FILOSOFÍA MEDIEVAL💡

 

                        FUNDAMENTACIÓN TEORICA DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL  

     Si por un lado el misticismo oriental y el escepticismo influyeron en el desarrollo de un sincretismo filosófico en la Antigüedad, sin embargo, el neoplatonismo, resultado de aquel período, influyó de forma notable en los intentos de comprensión racional y transmisión del cristianismo, que trató de objetar la filosofía griega típica, en particular aquella que fuese en contra de creencias como la inmortalidad del alma.

    Empero como las discrepancias fueron inevitables, dentro del cristianismo comenzó a surgir una corriente de pensamiento que se desarrolló en 2 períodos:

 

 • Patrística: Se desarrolló con los principios del cristianismo gracia a los papás del santuario. Se alarga, en Occidente, hasta el año 536 con Isidoro de Sevilla, y en Oriente, hasta el 749 con Juan Damasceno.

 

 • Escolástica: Es propiamente esa la filosofía realizada durante la Edad Media. Empieza durante el siglo IX y perdura hasta en torno al siglo XVI. En este lapso se debe destacar las corrientes árabe y judía.

 

 

     

Patrística:

Los apologistas

    La filosofía de los papás del templo se designa principalmente con el nombre de patrística, nombre que nace del latín patres, que significa ‘padres’.

      Ha sido un pensamiento que se desarrolló para llevar a cabo dogmas cristianos que se mantuvieran cohesionados y los defendieran (apología) de la filosofía griega (que los cristianos consideraban pagana y herética).

      Pese a la aparente incompatibilidad de las creencias cristianas con la filosofía griega, esta ha sido usada como instrumento para la formulación de la ideología cristiana. De esta forma, a partir de la patrística, y en particular con el desarrollo de la escolástica, la filosofía quedará supeditada, como una sierva, a la teología, una vez que no se ha confundido con esta.

 

Los Padres apologistas

 

    Los padres apologistas fueron los que se dedicaron a proteger al naciente cristianismo de las ideas griegas y judías. Entre los papás apologistas tienen la posibilidad de nombrar a Justino (fallecido en el 165), Ireneo (fallecido en el 202) y Tertuliano (150 – 225).

      Esta primera patrística preparó los presupuestos para la gran síntesis de pensamiento cristiano, la cual debería comprenderse a partir de sus bases platónicas: la de Agustín de Hipona.

     Cuando aparecieron las primeras herejías, el determinar más ciertos puntos de vista doctrinales ha sido labor de los concilios de Nicea, Éfeso y Calcedonia. Las filosofías platónicas y estoica influyeron mucho en el raciocinio de los padres del templo.

 

Agustín de Hipona

     En su quiero por descubrir la realidad se adhirió primero a la secta de los maniqueos para después inclinarse al escepticismo cátedra de Retórica, en Milán siguió las enseñanzas del obispo Ambrosio.

      Su primer encuentro con la metafísica lo hace leyendo las Enéadas de Plotino, donde se insiste en la necesidad de la purificación.

      Entre las obras más relevantes de Agustín se hallan las Confesiones, donde muestra su filosofía de la interioridad; La ciudad de Dios, donde estudia la filosofía y la teología de la historia.

 

La filosofía y su procedimiento

      Los principios del filosofar parte del quiero de felicidad. El ser humano anhela, no tanto una verdad teórica, cuanto una verdad que salve. La verdadera felicidad está en la alianza con Dios por el conocimiento y el amor.

      La filosofía se mueve dentro de la creencia cristiana, que es la que da la verdadera felicidad. Para eso, Agustín instituye una franca participación entre el motivo y la fe: la filosofía es una profundización y fundamentación racional de la perspectiva cristiana entendida en su sentido más extenso.

     Para lograr pensar se debe impedir a todo trance disiparse exteriormente. Solo en el centro de nuestra persona se encuentra la realidad. Agustín confirma el primado de la interioridad.

     Su esfuerzo filosófico trata de esclarecer el problema de Dios y del alma. Parte del análisis del interior del ser humano para conocer toda la realidad.

 

 

 

El problema del conocimiento

     Agustín se caracterizó por su averiguación afanosa de la realidad. Un periodo de su historia pasó por la duda escéptica. Para llegar a la realidad recurrió a la declaración de su propia conciencia, que le indicaba la certeza de su vida personal y del propio pensamiento. Ni siquiera el error puede quebrantar la certeza, pues si me equivoco, desea mencionar que existo.

      Tal, el alma humana consigue llegar a verdades inalterables, universales necesarias y eternas. Tal es la situación de las verdades matemáticas. ¿Cómo se llega a estas verdades?

     Sin lugar a dudas, dice Agustín, no provienen de los sentidos que solo alcanzan a cuerpos mudables y particulares. Sin embargo, tampoco la sabiduría las genera ya que esta facultad las descubre y constata. Entonces, la fuente de las verdades elementales y eternas debería estar en Dios, que ilumina la sabiduría para que conozca las verdades que sobrepasan los sentidos. Esta es la famosa teoría de la iluminación.

Dios

     Para Agustín, la realidad de Dios es tan clara, que basta una simple meditación para percatarse de ella. Llega a un Dios vivo y personal pues tiene como punto de inicio el alma humana viviente. El argumento de las verdades eternas para el hallazgo de Dios es de pura inspiración platónica: pudimos encontrar en nuestra sabiduría verdades correctas inmutables, eternas como el inicio de identidad, los axiomas matemáticos, etcétera. Sin embargo, estas certezas que se hallan en nuestra mente solo tienen la posibilidad de entender en su plenitud, pues realmente existe un ser necesario, inmodificable y eterno, que llamamos Dios. El inicio importante de este argumento, con claro influjo platónico, se lo puede sintetizar mencionando que una más grande comprensión de las ideas que no cambian pide la vida de un ser que no cambie.

    Agustín comprende que a Dios se lo conoce mejor callando que procurando de explicarlo, no se lo puede conocer en sus detalles: es incomprensible e inefable. No obstante, Agustín hace algunas afirmaciones positivas de Dios, más que nada respecto a su inmutabilidad y a su bondad.

 

EL MUNDO

     El planeta se creó de la nada por un acto independiente y voluntario de Dios. Inicialmente todo estaba en un estado de confusión, empero lentamente se ha sido organizando debido a las razones seminales puestas por Dios en la materia construida.

    A forma de una semilla, aquellas ideas se desenvuelven por el influjo de las situaciones materiales y bajo la acción de Dios. La especificación agustiniana es, puesto que, dinámica en un marco evolutivo que no rechaza la acción de Dios ni de la materia.

Antropología

     Siguiendo la teoría platónica, Agustín concibe al ser humano compuesto de alma y cuerpo humano. Los dos son fundamentales para el ser humano, sin embargo, el alma tiene preeminencia sobre el cuerpo, debido a que lo dirige.

    El alma es una sustancia espiritual e inmortal, que conoce y desea, ejecutando actos no materiales. Agustín halla en el alma humana una huella de la Trinidad de Dios; en impacto, tiene memoria, sabiduría y voluntad, 3 facultades que no anulan la unidad del alma.

      No obstante, Agustín no termina de tomar una postura respecto al origen del alma humana. Está entre el creacionismo (el alma es originada por Dios en el instante de la concepción) y el traducianismo (el alma es transmitida por los padres, al igual que el cuerpo)

 

 

 

La escolástica

     A medida que los pueblos bárbaros fueron abarcando cada vez más territorio, entre los siglos III y VII, y se acabaron de liquidar las formas de vida y construcciones de pensamiento elaboradas en el ambiente romano, la patrística perdió su vitalidad.

     La conflictividad política se reflejó en el decrecimiento de la construcción filosófica, actividad que entregó paso a la compilación de extractos y comentarios filosóficos.

      Las invasiones de los pueblos bárbaros no proporcionan garantía de orden seguridad. La cultura de este tiempo se va agrupando cerca de los santuarios y monasterios. Son casi exclusivamente los eclesiásticos los únicos que conocen la filosofía, con cánones que resultaron de la prohibición de la filosofía griega, considerada anticristiana.

 

El renacimiento carolingio

     Este lapso se cierra con el renacimiento carolingio. Los siglos VIII y IX se caracterizan por la concentración de las fuerzas sobrevivientes de todo el mundo antiguo: el Imperio carolingio en Occidente y los árabes en el Oriente. Los dos hicieron viable el renacimiento de la cultura

     Carlomagno (742 – 814), monarca de los francos y emperador de Occidente, para asegurar una buena gestión, requería usar funcionarios con suficiente cultura, razón por la cual promovió los estudios.

     El monje inglés Alcuino de York ha sido quien otorgó el fomento inicial a este florecimiento cultural. Las escasas escuelas que había surgieron a una totalmente nueva vida y fueron creadas muchas otras; se distinguieron los monasterios y las escuelas oficiales del Estado.

 

 

 

Definición de escolástica

     La escolástica es la meditación filosófica y teológica surgida de las escuelas de la Edad Media, a partir de Carlomagno hasta el Renacimiento, con el fin de entender la fe cristiana. El nombre escolástico nace del realizado de que la filosofía y la teología eran enseñadas en las scholae (escuelas), que brindaron origen después a las universidades medievales. Pese a la identidad de procedimiento y de la aceptación de varios conceptos filosóficos igualmente en los múltiples autores, se puede percibir en la escolástica una multiplicidad de corrientes.

 

Ciencia de las escuelas

     Ante todo, la filosofía cristiana de la Edad Media se muestra como ciencia de las escuelas. En la primera parte de la Edad Media escolástico es el maestro de las artes liberales: gramática, lógica y retórica (Trívium); geometría, aritmética, astronomía y música (Quadrivium). A partir del siglo XII en adelante, se llamará escolástico a todo ese que presenta en las escuelas, en especial de Filosofía y Teología.

 

¿Cómo escribían?

     En la escolástica pudimos encontrar numerosas maneras de escritos, que reflejan la profundización creciente de la especulación filosófica.

     En el primer lapso (siglos IX – XII) estamos con pequeños tratados de lógica, en parte independientes, en cierta forma aclaraciones sobre escritos lógicos de Aristóteles y de Porfirio (neoplatónico del siglo III). Además, hay pequeños escritos filosóficos a modo de diálogo como ciertos tratados de Anselmo (siglo XI).

      En el lapso de oro de la escolástica (siglo XIII), los comentarios a Aristóteles introducen al lector en el planeta filosófico y desarrollan una gigantesca proporción de aspectos.

     Exuberante material filosófico tiene dentro las monumentales obras teológicas, la muchedumbre de comentarios a las Sentencias de Pedro Lombardo (siglo XII) y las enormes sumas teológicas y filosóficas. Informaciones menudas, resúmenes de las disputatio se muestran en dichos escritos de tipo peculiar que son las cuestiones.

      Los escritos escolásticos se hacían en latín. Esta clase de literatura puede ser desconcertante por la rigurosidad de su técnica, el formulismo de los razonamientos, las extensas divisiones y subdivisiones y la impersonalidad en el estilo.







Aspectos Importantes




Fuentes de Consulta


  •       Información acerca la filosofía medieval (en línea) (Consultado el 26/08/2021) https://www.google.com/search?q=filosofia+medieval&oq=filo&aqs=chrome.0.69i59j69i57j35i39j0i433i512j0i512j69i61l2j69i60.1257j1j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8

 Filosofia_guía.pdf

                                                 



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ANEXOS


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